SOBRE
Por
31.03.2014
El chavismo terminó con la muerte del comandante.
No hay ni comandante supremo ni mucho menos eterno. El que canta el himno
nacional en las cadenas de Maduro no existe. Los ojitos de las franelas no ven
más. Ese cuento de que Chávez vive y vive se acabó. Y el chavismo también va
rumbo al Cuartel de la
Montaña. Va directo, en bajada y sin frenos.
A Hugo Chávez lo mató el cáncer. Un cáncer fulminante. Ayudado, ciertamente, por la piratería cubana y su propio empeño en seguir de protagonista como si se tratara de un joven sano. No lo era. Era casi un sexagenario y enfermo. No pudo con eso. Se murió. Pero al chavismo, lo que la gente llama chavismo, lo está matando otra cosa. Lo primero que hay que decir es que efectivamente Chávez sí dejó un legado. Dejó todo lo necesario para que lo cotidiano se encargara de matar a su propia corriente política. Es la vida la que está acabando con el chavismo. Es lo que dejó Chávez como herencia, comenzando por Maduro, lo que está dinamitando a eso que llaman chavismo. Y, poco a poco, sin remedio va rumbo a la desaparición o al repudio, que en política es lo mismo. Cuando Chávez estaba vivo era de teflón. Todo lo malo que hacía rebotaba. Nunca era considerado culpable de nada. La gente culpaba a cualquier cosa. El imperio, la oposición y la derecha regularmente pagaban los platos rotos. Pero los tiempos cambian y, como dicen en la calle, Maduro no es Chávez. Es más, está muy lejos de serlo a pesar de que se copia hasta el modo de mover las manos. Tal vez por eso es que se la están cargando a él y su papá adoptivo. Toda copia es mala por mandato divino. Y más cuando se trata de una que tiene características fraudulentas. Es seguir engañando a la gente como si el muerto estuviera vivo a ver si gozan de los beneficios que reportaba el comandante fallecido. Pero no hay más. Ya se sabe. Se murió.
No hay que repasar tan profundamente la situación de Venezuela. Escasez, pobreza, desempleo, empresas boqueando o quebradas. Crisis política, social y económica. Crisis de divisas. Una deuda interna y externa enorme e impagable. La delincuencia en todas sus formas mandando sin ningún peligro en el país. Manda el secuestro, el asesinato, el narcotráfico, las estafas. Hasta los motorizados hacen lo que les da la gana con este gobiernito fracasado, aunque para muchos los motorizados (con sus excepciones) son en realidad los colectivos violentos del chavismo. Puede ser. Cuando atacan en las protestas no hay motorizados en la ciudad. Desaparecen. El interior de Venezuela es cada día más Cuba. Desolación, ruina y desabastecimiento parejo. Los jóvenes no quieren estar más en el país. No ven futuro y tienen razón. ¿Dónde van a trabajar? ¿En Mercal? ¿Ingeniero cargando bolsas en Mercal? Y ese es el problema mayor del legado del gigante muerto: asesinó el futuro de los venezolanos, especialmente de los jóvenes venezolanos. Y, efectivamente, es culpable junto a Maduro y el resto del clan castrista.
Alfredo Keller en su última encuesta trae este detallazo. Pregunta ¿Quién es el responsable de la actual crisis económica? La gente responde así: Chávez 9%, Maduro 32%, los dos 28%. Es decir casi 70% encuentra a los responsables por esos lados.
Malas noticias Maduro. Ni el comodín de Chávez vive y vive puede con esto. No hay fuerza en la base del oficialismo. El chavismo está muriendo también. El chavismo sin Chávez ya casi no existe. Por eso tanta represión y tanta muerte. Es lo que les queda.
A Hugo Chávez lo mató el cáncer. Un cáncer fulminante. Ayudado, ciertamente, por la piratería cubana y su propio empeño en seguir de protagonista como si se tratara de un joven sano. No lo era. Era casi un sexagenario y enfermo. No pudo con eso. Se murió. Pero al chavismo, lo que la gente llama chavismo, lo está matando otra cosa. Lo primero que hay que decir es que efectivamente Chávez sí dejó un legado. Dejó todo lo necesario para que lo cotidiano se encargara de matar a su propia corriente política. Es la vida la que está acabando con el chavismo. Es lo que dejó Chávez como herencia, comenzando por Maduro, lo que está dinamitando a eso que llaman chavismo. Y, poco a poco, sin remedio va rumbo a la desaparición o al repudio, que en política es lo mismo. Cuando Chávez estaba vivo era de teflón. Todo lo malo que hacía rebotaba. Nunca era considerado culpable de nada. La gente culpaba a cualquier cosa. El imperio, la oposición y la derecha regularmente pagaban los platos rotos. Pero los tiempos cambian y, como dicen en la calle, Maduro no es Chávez. Es más, está muy lejos de serlo a pesar de que se copia hasta el modo de mover las manos. Tal vez por eso es que se la están cargando a él y su papá adoptivo. Toda copia es mala por mandato divino. Y más cuando se trata de una que tiene características fraudulentas. Es seguir engañando a la gente como si el muerto estuviera vivo a ver si gozan de los beneficios que reportaba el comandante fallecido. Pero no hay más. Ya se sabe. Se murió.
No hay que repasar tan profundamente la situación de Venezuela. Escasez, pobreza, desempleo, empresas boqueando o quebradas. Crisis política, social y económica. Crisis de divisas. Una deuda interna y externa enorme e impagable. La delincuencia en todas sus formas mandando sin ningún peligro en el país. Manda el secuestro, el asesinato, el narcotráfico, las estafas. Hasta los motorizados hacen lo que les da la gana con este gobiernito fracasado, aunque para muchos los motorizados (con sus excepciones) son en realidad los colectivos violentos del chavismo. Puede ser. Cuando atacan en las protestas no hay motorizados en la ciudad. Desaparecen. El interior de Venezuela es cada día más Cuba. Desolación, ruina y desabastecimiento parejo. Los jóvenes no quieren estar más en el país. No ven futuro y tienen razón. ¿Dónde van a trabajar? ¿En Mercal? ¿Ingeniero cargando bolsas en Mercal? Y ese es el problema mayor del legado del gigante muerto: asesinó el futuro de los venezolanos, especialmente de los jóvenes venezolanos. Y, efectivamente, es culpable junto a Maduro y el resto del clan castrista.
Alfredo Keller en su última encuesta trae este detallazo. Pregunta ¿Quién es el responsable de la actual crisis económica? La gente responde así: Chávez 9%, Maduro 32%, los dos 28%. Es decir casi 70% encuentra a los responsables por esos lados.
Malas noticias Maduro. Ni el comodín de Chávez vive y vive puede con esto. No hay fuerza en la base del oficialismo. El chavismo está muriendo también. El chavismo sin Chávez ya casi no existe. Por eso tanta represión y tanta muerte. Es lo que les queda.
Elides J. Rojas L.
erojas@eluniversal.com
Periodista y abogado graduado en la Universidad Católica Andrés Bello. De larga experiencia en los medios de comunicación venezolanos es actualmente Jefe de Redacción de El Universal, donde mantiene una columna de opinión que se publica todos los miércoles.