EL BLOG OPINA
Refrescante noticia en
esta asediada latinoamérica por líderes más falsos que moneda de plomo.
Mandatarios que se valen de todos los artilugios para eternizare en el poder,
tal es el caso de Evo Morales quien a pesar de siempre mostrarse disfrazado de
indio para ocultar sus falsedades y carencias, recibe una contundente derrota
por una mujer india con valentía y valores, ajena a la simulación y
fingimiento. Quiera Dios que despierten estos pueblos tan fácilmente engañados
por truhanes oportunistas, liderados por el venezolano Chávez, quien llevo a su
país a un impredecible desastre.
El triunfo de Chapetón y Patzi ante Evo
Morales simboliza el nuevo perfil político en Bolivia
Morales destituye a su ministro de
Defensa por un incidente con Chile
FERNANDO MOLINA La Paz 1 ABR 2015 - 10:14 CEST
Dos profesionales aimaras, representantes
de diferentes partidos opositores, lograron las victorias más significativas
sobre el partido de Evo Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, en
los recientes comicios regionales. Soledad Chapetón y Félix Patzi superaron al
Movimiento al Socialismo (MAS) en sus bastiones históricos, la ciudad de El
Alto y la Gobernación
de La Paz , porque
supieron ser atractivos para los sectores medios —mestizos— de ambas plazas, al
mismo tiempo que pudieron cosechar el voto de protesta de los indígenas
decepcionados por los candidatos propuestos por el oficialismo.
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historia boliviana
La capital de la protesta
Es la primera vez que la oposición
boliviana logra victorias de este calibre en La Paz , el centro político del país, una región
mayoritariamente aimara y, desde 2006, fervorosa partidaria del MAS. En parte
su éxito se debe al perfil de sus candidatos, que, a diferencia de los que
llevaron las banderas oficialistas, combina educación universitaria, estilo de
vida urbano, ideas modernizadoras, con una proximidad cultural e ideológica al
mundo indígena y popular de la que antes la oposición carecía por completo, y
que ahora, desde el desplazamiento de las élites mestizas tradicionales por el
ascenso de Morales, se ha vuelto un requisito para hacer política, al menos en
el occidente del país.
Ambos candidatos evitaron enfrentarse
directamente con Evo durante la campaña, para concentrarse en sus adversarios
directos. Por el contrario, su discurso reconoció algunos avances económicos y
sociales logrados por el país bajo la dirección de Morales, pero al mismo
tiempo criticó el hecho de que estos avances no produjeran suficiente bienestar
para las familias ni fueran aprovechados por las autoridades locales para
cambiar profundamente a sus comunidades.
Ahora, ambos ganadores piden al
presidente, cuya popularidad ronda el 70%, que trabaje mancomunadamente con
ellos. Morales ha dicho que no lo haría, porque les tiene desconfianza y cree
que sabotearán sus programas. Se refirió en especial a Soledad Chapetón, que
pertenece al partido de Samuel Doria Medina, su retador en las presidenciales
del año pasado.
Patzi, en cambio, militó en el MAS hasta
que este partido lo expulsó en 2010, después de que la policía lo detuviera por
conducir en estado de ebriedad. Mostrando el carácter híbrido de la identidad
indígena actual, este doctor en ciencias del desarrollo y ministro de Educación
entre 2006 y 2007, purgó su falta haciendo mil adobes con sus propias manos,
pena a la que lo sometieron los dirigentes de su comunidad de origen. En estas
elecciones, Patzi fue candidato por un partido de izquierda, antiguamente
aliado al MAS, pero en realidad él es una figura independiente, que en media
campaña sorprendió con la afirmación de que se presentaría a las próximas
elecciones y sería “el sucesor de Evo”.
Mientras Chapetón tiene una visión más
liberal y hace hincapié en dar seguridad y crear oportunidades económicas para
los muy emprendedores e independientes comerciantes y artesanos de El Alto,
Patzi habla de un “tercer sistema” alternativo al capitalismo y al socialismo,
inspirado en las relaciones colectivistas de los pueblos precolombinos. Sin
embargo, igual que Evo, no tiene problema en combinar esta retórica con
propuesta desarrollistas que despiertan la ilusión de la gente, como un tren
eléctrico para comunicar las poblaciones aledañas con las ciudades de El Alto y
La Paz.
Esto alejó a muchos indianistas del
Gobierno, entre ellos a Patzi, que tras el escándalo que lo alejó del MAS
criticó el “doble discurso” del Gobierno. Sin embargo, apenas volvió a la
política activa, Patzi tuvo que atenuar su ideología y concentrarse en
soluciones pragmáticas a los problemas de sus electores, soluciones que, de
aplicarse, confluirán en la corriente modernizadora que está transformando al
país gracias al éxito de su economía, y en la que están incorporados, antes que
nadie, los aimaras bolivianos.