Esta senama estuvo también llena de acontecimientos sobre los cuales habría querido escribir en esta columna.
Uno de ellos es el relacionado con la muerte de Muamar Gadafi, que puso fin a una cruenta guerra civil y más de cuatro décadas de una dictadura militar-político-religiosa que mantuvo al pueblo libio sometido a un régimen de opresión inmisericorde.
Otro hecho importante es la ambigua decisión del Tribunal Supremo de Justicia en el caso de Leopoldo López. A todas luces el TSJ se dio cuenta que desacatar, como pretendía, la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos colocaría al gobierno venezolano y a su jefe máximo en la categoría de forajidos, violadores de la legalidad internacional. Además, el máximo tribunal debe haber presentido la enorme presión internacional que se avecinaba por parte de la totalidad de los países de la región que reconocen, aceptan y defienden la competencia supraestatal de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y también de gobiernos e importantes personalidades de diversas latitudes.
Otro acontecimiento digno de analizar es la decisión del Consejo Nacional Electoral que, basándose en la sentencia del TSJ, reconoció que Leopoldo López sí puede ser candidato a la presidencia y puede ser electo para ocupar la Primera Magistratura, pero prefirió dejar en el "limbo" la cuestión de si una vez electo, puede ejercer la presidencia. Pero esto es irrelevante porque, llegado el caso, prevalecerá la decisión del soberano expresada en las urnas.
Otro acontecimiento es el relacionado con la oprobiosa sanción que Conatel le ha impuesto a Globovisión por hacer transmitido con fidelidad intolerable para el régimen, los hechos sangrientos ocurridos en la prisión de El Rodeo, que nunca han sido explicados suficientemente.
Finalmente, anque parezca insignificante comparado con los temas que mencioné antes, está la declaracion emitida por el señor (¿merece el tratamiento de señor?) Chávezton., contra la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELI) de la Comisión de Derechos Humanos de la OEA, contra Globovisión y contra otras instituciones internacionales respetables. Es que a cualquiera de los diplomáticos de la democracia, a la cual él no solamente también sirvió sino que ocupo altas posiciones, tiene que producirnos náuseas ver el grado de reptilismo a que ha llegado ese sujeto, que además tiene el descaro de llevar dos sombreros al mismo tiempo, el de diputado al Parlamento Latinoamericano elegido en las legislativas de 2005 y el que sigue usrpando, desempeñándose como embajador ante la OEA. ¿No es eso policamburismo y, por lo tanto, un caso vergonzoso de corrupción?
Chávezton comienza calificando a la RELI de "falderillo interamericano del primer violador de los derechos humanos en el mundo" porque se pronunció en defensa de Globovisión, al cual, de paso, califica de "canal privado de televisión, violador recurrente de las normas jurídicas y éticas que aseguran el cumplimiento responsable de los compromisos obligatorios de todo comunicador social". Agrega que la RELI es "una institución interamericana financiada, entre otros, por fundaciones y medios privados amarillistas ... patrocinantes de la desestabilización y el golpismo". Agrega que la "Relatoría sufre permanente y convenientemente de amnesia selectiva. Nunca recuerda que Globovisión es una guarida de delincuentes mediáticos, banqueros estafadores, comerciantes especuladores, difamadores inveterados, golpistas y desestabilizadores". Chávezton termina diciendo que denuncia a la RELI ante la comunidad internacional "como un elemento más en el indetenible proceso de descomposición de la Organización de los Estados Americanos y de su burocracia obsecuente".
Entonces, si esa es su opinión de la OEA, ¿por qué sigue desempeñándose como embajador ante ese organismo regional al cual odia tanto?
Esa declaración evidencia que el verdadero amnésico es este sujeto que finge olvidar su pasado de pupilo del gran Arístides Calvani, y su militancia como copeyano, socialcristiano fanático transformado de buenas a primeras en ultrachavista y en fantoche del führer.
¿Será que aspira a montarse en el autobús de los "ungidos" posibles candidatos a la sucesión que maneja el conductor de la Cancillería? ¿O es simplemente una expresión más de su rocambolesco jalamecatismo?
www.adolfotaylhardat.net/indexbis
Uno de ellos es el relacionado con la muerte de Muamar Gadafi, que puso fin a una cruenta guerra civil y más de cuatro décadas de una dictadura militar-político-religiosa que mantuvo al pueblo libio sometido a un régimen de opresión inmisericorde.
Otro hecho importante es la ambigua decisión del Tribunal Supremo de Justicia en el caso de Leopoldo López. A todas luces el TSJ se dio cuenta que desacatar, como pretendía, la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos colocaría al gobierno venezolano y a su jefe máximo en la categoría de forajidos, violadores de la legalidad internacional. Además, el máximo tribunal debe haber presentido la enorme presión internacional que se avecinaba por parte de la totalidad de los países de la región que reconocen, aceptan y defienden la competencia supraestatal de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y también de gobiernos e importantes personalidades de diversas latitudes.
Otro acontecimiento digno de analizar es la decisión del Consejo Nacional Electoral que, basándose en la sentencia del TSJ, reconoció que Leopoldo López sí puede ser candidato a la presidencia y puede ser electo para ocupar la Primera Magistratura, pero prefirió dejar en el "limbo" la cuestión de si una vez electo, puede ejercer la presidencia. Pero esto es irrelevante porque, llegado el caso, prevalecerá la decisión del soberano expresada en las urnas.
Otro acontecimiento es el relacionado con la oprobiosa sanción que Conatel le ha impuesto a Globovisión por hacer transmitido con fidelidad intolerable para el régimen, los hechos sangrientos ocurridos en la prisión de El Rodeo, que nunca han sido explicados suficientemente.
Finalmente, anque parezca insignificante comparado con los temas que mencioné antes, está la declaracion emitida por el señor (¿merece el tratamiento de señor?) Chávezton., contra la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELI) de la Comisión de Derechos Humanos de la OEA, contra Globovisión y contra otras instituciones internacionales respetables. Es que a cualquiera de los diplomáticos de la democracia, a la cual él no solamente también sirvió sino que ocupo altas posiciones, tiene que producirnos náuseas ver el grado de reptilismo a que ha llegado ese sujeto, que además tiene el descaro de llevar dos sombreros al mismo tiempo, el de diputado al Parlamento Latinoamericano elegido en las legislativas de 2005 y el que sigue usrpando, desempeñándose como embajador ante la OEA. ¿No es eso policamburismo y, por lo tanto, un caso vergonzoso de corrupción?
Chávezton comienza calificando a la RELI de "falderillo interamericano del primer violador de los derechos humanos en el mundo" porque se pronunció en defensa de Globovisión, al cual, de paso, califica de "canal privado de televisión, violador recurrente de las normas jurídicas y éticas que aseguran el cumplimiento responsable de los compromisos obligatorios de todo comunicador social". Agrega que la RELI es "una institución interamericana financiada, entre otros, por fundaciones y medios privados amarillistas ... patrocinantes de la desestabilización y el golpismo". Agrega que la "Relatoría sufre permanente y convenientemente de amnesia selectiva. Nunca recuerda que Globovisión es una guarida de delincuentes mediáticos, banqueros estafadores, comerciantes especuladores, difamadores inveterados, golpistas y desestabilizadores". Chávezton termina diciendo que denuncia a la RELI ante la comunidad internacional "como un elemento más en el indetenible proceso de descomposición de la Organización de los Estados Americanos y de su burocracia obsecuente".
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